El ideal de la década era no mostrar los atributos femeninos ni las curvas, sino, por el contrario parecer delegadas ninfas que mostraban su lado infantil.Ya no se usaba el taco aguja ni el excesivo maquillaje. Pintarse los labios estaba mal visto, solo estaba permitido un poco de brillo. Para los ojos valía todo lo que pudiera colaborar para agrandarlos como los de las niñas.
Las flores eran un símbolo de juventud, que se veía en adornos de plástico o estampado de géneros.
Una época en donde se vivía la euforia por el futuro y lo espacial, hizo que el color blanco y el plateado sean furor. Tanto la ropa como el maquillaje parecían llegar directamente del espacio.


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